Recato de una mujer no judía

La verdad es que no encontramos una revelación explícita que obligue a las hijas de las naciones del mundo a vestirse con recato, pero ciertamente parece que la voluntad del Creador es que se vistan adecuadamente. En generaciones pasadas, era un entendimiento simple que una mujer debía vestirse modestamente, de manera que sus partes del cuerpo no estuvieran expuestas o destacadas. Sin embargo, ahora que las instituciones del mundo se han desmoronado y la licenciosidad y la libertinaje dominan, es necesario explicar por qué esto es exigido. Pero todos aquellos que no han sido influenciados por el espíritu de degradación de la modernidad, entenderán por sí mismos la necesidad de la cuestión. Por lo tanto, nosotros, como judíos, debemos irradiar esa percepción a las naciones, tanto por nuestro comportamiento como ejemplo para el entorno, como cuando se nos pregunta al respecto.

Claro que en el concepto de recato femenino, hay cosas básicas que no deben cambiar. Sin embargo, hay cosas que cambian con el tiempo, y la situación mundial general en todos los lugares como son, y no se puede exigir que una mujer use ropa y apariencias que eran comunes hace cientos de años, incluso si todavía son comunes en otras partes del mundo. Ella debe vestirse con modestia y buen gusto, conforme al estilo predominante en su lugar. Sin embargo, es importante enfatizar nuevamente que la ropa expuesta y ofensiva que provoca el ambiente no tiene que ver con una persona recatada solo porque esa es la costumbre de la región, pues hay parámetros que no cambian según la costumbre. Y no especifiqué exactamente qué es y qué no es, y confié en el lector sabio para discernir por sí mismo.

De hecho, es muy común que los predicadores hablen sobre la modestia entre las hijas de Israel, y dicen que debemos tener cuidado para que no haya una acusación contra nosotros, mientras que las árabes a nuestro alrededor se visten modestamente y se cubren completamente, mientras que las hijas de Israel andan de manera inmoral. Y, en principio, la cosa es verdadera, pero es necesario saber que entre los gentiles la modestia proviene de un lugar más externo, y un ejemplo de esto es que parece que los hombres árabes son modestos, reservados y contenidos. Pero la Guemará (Kiddushin 49b; ver también Tosfot, Ketubot 11b, s.v. “Y lo que hay”) nos revela que diez partes de promiscuidad descendieron al mundo, y de ellas nueve fueron tomadas por los árabes, y todo el mundo venidero (Paraíso) de ellos se resume en el placer de la cópula, como es sabido.

Fuentes: