Orinar en la calle o aguantar hasta llegar a casa

De hecho, está escrito en la Guemará que cuando una persona necesita aliviarse, debe orinar incluso en presencia de muchos, pues al contenerse, pone en riesgo su fertilidad. Es sabido que uno de los grandes líderes de Israel en la generación anterior solía actuar así en la práctica.

Pero en la práctica no es así la orientación, y incluso en la generación anterior, había uno que publicó el escrito, mientras que los otros grandes Sabios de Israel no actuaron así, probablemente porque la naturaleza ha cambiado, y hoy en día no escuchamos hablar de alguien que se volvió estéril por contener la necesidad de orinar.

Y parece que incluso si te vistes de valor y quieres actuar conforme a lo que está explícito en la Guemará, no tienes permiso para ser riguroso en este asunto, pues del otro lado hay prohibiciones o impedimentos.

1. Recato.  Toda exposición del cuerpo fuera del lugar apropiado, especialmente la exposición de este miembro, tiene una falta de recato y santidad. Y como hoy no hay necesidad de orinar en la calle, la situación en la que ocurre este comportamiento implica una grave falta de pudor.

2. Profanación del Nombre de Dios. Una vez que, en nuestra percepción del mundo, quien hace esto es una persona despreciable, irrespetada y libertina, es una profanación del nombre de D-os proceder así, y esto puede causar muchos problemas en la relación del mundo laico con los estudiosos de la Torá y con aquellos que parecen ser ultraortodoxos.

3. Transgresión de la ley (civil e penal). Parece que, de acuerdo con la ley, también hay una prohibición de exponer los órganos genitales en público a la vista de otras personas.

4. Esta situación de exposición de las partes íntimas en la calle, que a veces involucra la presencia de mujeres y niñas, puede causarles traumas. Y también en relación con los hombres, especialmente los niños, esto puede crear aspectos negativos y fenómenos problemáticos. Además de la divulgación del asunto, que pueden llevar a palabrotas y otras cosas malas.

Y de hecho, si te encuentras en una situación en la que sientes que necesitas orinar, y no puedes aguantar, y si no lo haces inmediatamente, acabarás mojándote, entonces ciertamente tendrás que elegir la opción menos embarazosa. No puedo proporcionar una receta exacta para esto, pero en casos como este y similares, la regla es evitar llegar a esa situación desde el principio, como dice el sabio: «¡Un buen cochero no se atora en el barro!»

Atentamente,

Rabí Elyahu Braja

Fuentes:

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